The UpShot Series 2

Las medidas implementadas para ayudar a frenar y controlar la pandemia de COVID-19, incluidos los encierros, el distanciamiento social y el uso de mascarillas están provocando repercusiones en otras áreas de la salud pública.

Uno de ellos es el marcado descenso de la vacunación de rutina. Encuestas recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) mostraron que se estima que 80 millones de niños menores de un año corren el riesgo de contraer enfermedades infantiles prevenibles debido a programas de vacunación de rutina retrasados o detenidos en casi 70 países alrededor del mundo.i

Si bien los expertos en salud esperan que la caída sea solo temporal, su declive es motivo de preocupación. La OMS informó que los países de África, las Américas y el Mediterráneo Oriental mostraban alrededor de un 75% menos de demanda de servicios de vacunación en mayo comparado con febrero de 2020.ii


 

La situación en América del Sur es particularmente preocupante para la Dra. Lucia Bricks, directora médica de Sanofi Pasteur en esa región y ex profesora de medicina pediátrica en la Universidad de São Paulo. Ella explica: “Me preocupa la atención del público, que se centra en el único brote infeccioso dramático del momento, olvidando que las demás enfermedades con las que hemos estado luchando durante décadas todavía están ahí, acechando en segundo plano. Brotes pasados como tos ferina y sarampión, ambos de los cuales son infecciones prevenibles, han resurgido y causado muertes en la última década. No podemos volvernos complacientes con buscar las vacunas necesarias que protegen la vida.”

"Actualizarse" en la vacunación para la inmunidad colectiva

Si bien una vacuna ayuda a proteger a una persona de contraer una infección, una alta tasa de cobertura de la vacuna, es decir, garantizar que casi todas las personas de una población reciban las vacunas recomendadas, proporciona "inmunidad colectiva", lo que ayuda a detener la propagación de enfermedades.

La Dra. Bricks señala que la clave para conservar las enfermedades bajo control es mantener elevadas tasas de cobertura de vacunas, que deberían rondar el 90% de la población.

Cuando hay grandes caídas en la cobertura de vacunación de rutina, como ha sido el caso durante la reciente pandemia de COVID-19, las autoridades sanitarias a menudo recurren a programas de "actualización" en la vacunación para ayudar a mantener la inmunidad colectiva.

"Los programas de “actualización” están diseñados para ayudar a los médicos y las familias a saber cómo y cuándo recibir las vacunas después de retrasos inesperados o desvíos de las rutinas de vacunación programadas regularmente", explica la Dra. Bricks.iii Los programas de “actualización” comúnmente proporcionan un cronograma condensado que utiliza intervalos más cortos entre dosis o tipos de vacunas para poner al día a una persona de forma segura y eficaz lo más rápido posible y reducir sus riesgos de adquirir o propagar enfermedades infecciosas prevenibles.

La mayoría de los gobiernos y la OMS recomiendan que mantener y/o ponerse al día con la vacunación de rutina continúa siendo un servicio de salud esencial que debe priorizarse y continuar durante la pandemia de COVID-19 siempre que sea posible.iv, v

Ponerse al día se está poniendo de moda

Hay buenas noticias: el 75% de los países en las encuestas de la OMS informaron que existen planes para poner al día a las personas que no recibieron dosis de la vacuna. Y el 18% señaló que los niveles de vacunación ya habían comenzado a mejorar en junio frente a los niveles documentados en abril. Dado que no todos los países habían visto su pico más alto de infecciones por COVID-19 en junio, este es probablemente un comienzo prometedor. Finalmente, el 85% de los países informantes indicaron que ayudarían a impulsar la aceptación de los servicios de vacunación utilizando los medios de comunicación y la participación de la comunidad de puerta en puerta.viEl cambio inminente en las estaciones es un recordatorio oportuno para que las familias verifiquen los programas de vacunación y se aseguren de que los niños estén al día con las vacunas de rutina o puedan “ponerse al día” según sea necesario. Es posible que la vida no haya “vuelto a la normalidad” todavía, pero el reinicio de las vacunas de rutina puede ayudar a proteger mejor a la sociedad para cuando sea.

i https://www.who.int/news-room/detail/22-05-2020-at-least-80-million-children-under-one-at-risk-of-diseases-such-as-diphtheria-measles-and- polio-as-covid-19-disrupts-routine-vaccination-efforts-warn-gavi-who-and-unicef last accessed last accessed September 3, 2020
ii https://www.who.int/immunization/monitoring_surveillance/immunization-and-covid-19/en/ last accessed September 3, 2020
iii Australian Technical Advisory Group on Immunisation (ATAGI). Catch up Vaccination. The Australian immunisation handbook September 20, 2019 ed. Canberra: Australian Government Department of Health; 2018. Date of approval: May 2020 | MAT-GLB-2000243
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iv World Health Organization. Guiding Principles for Immunization Activities During the COVID-19 Pandemic. Geneva, Switzerland: March 26, 2020. WHO/2019-nCoV/immunization_services/2020.1. Available at: https://www.who.int/publications-detail/guiding-principles-for-immunization- activities-during-the-covid-19-pandemic-interim-guidance . Accessed September 3, 2020.

v Kaja Abbas et al, Routine childhood immunisation during the COVID-19 pandemic in Africa: a benefit–risk analysis of health benefits versus excess risk of SARS-CoV-2 infection. The Lancet Global Health Published:July 17, 2020 DOI:https://doi.org/10.1016/S2214-109X(20)30308-9
vi https://www.who.int/immunization/monitoring_surveillance/immunization-and-covid-19/en/ last accessed September 3, 2020